martes, 20 de enero de 2009

Christina Rosenvinge en Zaragoza

Uno de mis sueños se ha hecho realidad al fin. He visto a la gran Christina Rosenvinge en directo, la he tenido a escasos centímetros de mí… pero no adelantemos acontecimientos…

Falta media hora para que comience el concierto de Christina Rosenvinge, aunque ya llevamos un buen rato esperando. La prueba de sonido mantiene intrigada y expectante a la gente de la fila, una fila que ocupa toda la planta baja de la Fnac.

Aparece el hombre que permite el paso al público, y en pocos minutos el forum está completamente abarrotado de gente sentada en el suelo, en las sillas, de pie. Unos momentos de espera antes de la actuación no hacen más que aumentar las ganas de los asistentes de ver a Christina, que por primera vez toca en Zaragoza las canciones de su último disco en solitario, Tu labio superior.

Entonces aparece ella, Christina Rosenvinge, tan rubia y guapa como siempre, aunque algo más bajita de lo que parece en vídeos y fotos. Se queda un poco aturdida al ver tanta gente esperando a escucharla. “No me esperaba para nada que fuera a haber tanta gente. Muchas gracias por venir.”

Prepara su guitarra y se sienta al piano. “Esto es algo que nunca hago, y me da mucha vergüenza. Ya sé que he elegido una profesión equivocada, pero ahora ya no estoy a tiempo de rectificar.”


Comienza la actuación y toca Animales invertebrados y Alta tensión. Su forma furiosa de tocar el piano y su voz susurrante sin ningún tipo de ornamento fuera de lugar, llenan el pequeño recinto. Continuamente preocupada por si suena bien (“Me da la impresión de que toco un pianillo de circo… sólo me falta la cabra”), el público no puede dejar de escucharla, completamente embelesado.

Sigue tocando, esta vez guitarra en mano, canciones de su nuevo disco: Eclipse, La distancia adecuada, Nadie como tú

Sólo tengo un jersey que no querías
Que me abraza aunque tú ya no lo hacías.



Incluso presenta alguna canción que no aparece en ninguno de sus discos, como Canción secreta.

Esta canción no quiere existir
No quiere que diga lo que hay que decir


Se despide con otra canción de Tu labio superior, Las horas. Y tras atender muy amablemente a los medios de prensa, atiende a los asistentes, firmas discos y se hace fotos. Y entonces nos atiende a nosotros, y yo estoy a punto de deshacerme, porque Christina es real. Es de verdad, de carne y hueso, y la tengo delante. Y no puedo decirle nada con coherencia, pero me da igual porque ella no para de sonreír. Y mi disco firmado y las fotos que me hago con ella serán la prueba mañana de que todo esto no ha sido un sueño.





Y se va de Zaragoza sin una fecha fija para su regreso; un regreso espero que más duradero y en un lugar más acogedor.

5 comentarios:

  1. aale, estaras contento no?? ya has visto a tu gran christina!!
    habla igual que en el dvd aquel de pereza? ("...yo querría haber escrito esta canción") jiji
    no grabaste videos? sube alguno!
    bye!

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  2. ¡me gusta más esta crónica que la de Zgzme!
    ;)

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  3. soeur! tiene una voz súper sexy jeje... hice vídeos, pero me es imposible subirlos a YouTube, a ver en Pina...

    Nere, pero si son prácticamente iguales! sólo he cambiado las fotos y he añadido algún comentario personal jeje. Un besico!

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  4. qué majete sales al lado de christina...

    :-D

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  5. Los comentarios personales son lo mejor de la entrada, of course (idem que en la de los dunviros, XD)

    Bss!

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